Vive Aquí y Ahora
Todos sin excepción buscamos sentirnos bien, en armonía y paz. Muchas veces nos sentimos inquietos, frustrados, ansiosos, irritados, tristes, carecemos de armonía y cuando nos sentimos con una o varias de estas características, normalmente la repartimos hacia los demás o hacia situaciones específicas, “no las agarramos con alguien o algo”. Entonces, ¿qué logramos? Transmitimos esa perturbación y otros se ofuscan y, así, la cadena de perturbación va creciendo.
¿Es la manera adecuada de vivir? Tenemos que ser conscientes que sucede todo el tiempo en nosotros y en los demás. Recordemos que somos seres sociales que vivimos en una sociedad interrelacionada y todos deseamos convivir en un mundo emocionalmente estable. ¿Cómo lograr estar atentos a todas aquellas emociones perturbadoras para vivir tranquilos y en paz con nosotros mismos y el resto?
La respiración nos avisa cuando algo no está bien en nosotros porque deja de ser regular. Cuando sucede, debemos observarla y también ver la sensación que te transmite en el cuerpo: cosquilleo, presión en el pecho, dolor de espalda, de garganta, temblor en las piernas, sudor en las manos, etc. El cuerpo nos habla de la misma manera como nos habla el auto: el carro nos jala hacia un lado cuando la llanta está baja, los frenos no funcionan bien cuando las pastillas están gastadas, el sistema del aire acondicionado no enfría porque quizá hay una fuga, etc.
¿Cómo nos damos cuenta si el auto falla? En términos generales, estando atentos a sus irregularidades. De igual forma, debemos tomar atención a los cambios al respirar y a nuestras sensaciones corporales porque todos nuestros pensamientos y emociones inquietantes pasan a través de ellas. Al hacerlo, vamos a poder enfrentarnos a lo que sucede en nosotros, en nuestra realidad tal y como es, lo que se define como Auto Observación. Además, la respiración por sí sola te da una mayor capacidad de vigilia y es a través de ella que nos daremos cuenta de nuestras emociones agitadas.
En la auto observación, vamos sanando desde adentro, pues al ser conscientes y, sobre todo, aceptar nuestras debilidades, ellas van desapareciendo. Es meditación vivir en el presente, en el aquí y ahora; estar atentos y en vigilia, aceptando lo que viene, reconociendo que todo tiene un orden perfecto y este o aquel momento es como es porque la naturaleza es como es.
Las leyes naturales del universo son como son y si bien no las podemos ver, las podemos experimentar: La electricidad que es invisible a nuestros ojos al pasar por una lámpara se convierte en luz o al pasar por un radiador, se convierte en calor.
Sucede lo mismo con el poder de la meditación: nos otorga el beneficio de vivirla y experimentarla. Por ende, de ir sanando por dentro con la certeza de que así es. Dediquémosle tiempo al silencio, a meditar para reconectarnos con nuestro poder interno y desde allí todas las emociones perturbadoras vayan procesándose y desapareciendo. Ayudando a la convivencia social pero, por sobre todo, a nuestra paz individual.