¿Qué tan libre te sientes? ¿Qué tan lejos llegas a alcanzar tus deseos, esos propios que nada tiene que ver con el mundo?¿Vives en libertad de ser, hacer y decir lo que te provoca o te frenas? ¿Todo lo mencionado tendrá que ver con patrones, paradigmas de la familia, sociedad, religión, país, continente, etc.?

Y la pregunta más importante: ¿eres consciente de estar viviendo en una cárcel?

¿Será que siempre estamos en una y creemos haber salido al expandir o sembrar consciencia y decir, hablar, actuar según creemos son nuestras verdades? ¿Son realmente nuestras  verdades o son de otros?

Cuando nos damos cuenta de todo esto, nos damos cuenta que hay muy pocoverdaderamentenuestro, sin embargo, todo tiene que ver con nuestras decisiones; decidimos o decides con qué te quieres quedar para seguir caminando en este mundo que eliges es maravilloso o eliges es un desastre. También decides  no elegir  verdades de otros  que no te hacen sentido a ti, a pesar que signifique ser el “raro” de la historia por no decir otros calificativos y hacer tan largo este mensaje.

Han pasado muchos años para tener claro que no es que estemos fuera de la cárcel de la inconsciencia sino que más bien ese espacio llamado prisión es ahora más grande.  En otras palabras, hoy seguimos en una más espaciosa que la primera y así sucesivamente cada vez que vamos sembrando consciencia pero sigue siendo un lugar enrejado, un lugar limitado.

Un buen ejemplo son  los zoológicos de las ciudades, son prisiones bastante bien limitadas y bastante obvias pero si vamos a algunos lugares en África donde paseas por reservas naturales y parques condicionados -zonas abiertas, esos animales creen estar en libertad total pero no lo están, solo están en un lugar tan espacioso que ni cuenta se dan de las “rejas” que los encarcelan.

¿Cuándo dejaremos de estar en uno? Ni idea, no manejo aún esa respuesta. Solo estoy segura que cada vez, esa jaula es más grande y por consecuencia más extendida y armoniosa si es que nos mantenemos constantes en nuestros crecimientos.

¿Cuándo me doy cuenta que todavía no estoy completamente en libertad? Cuando “sigo” dándome cuenta que “sigo” siendo una copia absurda de la inconsciencia / ignorancia del hombre.